Un objeto enorme colisionó el 4 de octubre en Shag Harbour, un pequeña localidad de pescadores de Nueva Escocia en Canadá. Fue descrito como una extraña luz que llegó del cielo y acabó en el océano. Al acudir a la zona del siniestro, algunos testigos vieron una luz flotando sobre la superficie que comenzó a alejarse. En el lugar del impacto sólo encontraron burbujas y espuma amarilla. Dio lugar a mucha especulación y se convirtió en un caso muy popular. Fuentes oficiales no encontraron ningún informe de avión desaparecido y tras una exhaustiva búsqueda de pistas fue finalmente calificado como un Ovni.